Vaya por delante que no esperaba mucho de esta película. Leyendo de ella en páginas de internet, cuyo nombre me voy a guardar, parece que vaya a ver uno un atentado cinematográfico. Nada más lejos de la realidad. Ojo, no estoy diciendo que "Desde París con amor" (From Paris with Love, 2010) sea una obra maestra, pero es que tampoco lo pretende ser. Simplemente se trata de otra producción de Luc Besson y su Europa Corp, que a pesar de sus muchos detractores, sigue demostrando que en Europa (bueno, más bien en Francia) se puede hacer cine de acción eficaz y entretenido, y que a su vez pueda competir con el que nos viene de Hollywood.
Los primeros 20 minutos son los más sosegados y aburridos de la película. Se nos presenta a James Reece (Jonathan Rhys Meyers) que trabaja para el embajador estadounidense en Francia. Reece de vez en cuando hace pequeños favores para la CIA tales como cambiar una matrícula de un coche o colocar un micrófono oculto. Pero él lo que quiere es algo más de acción y eso es lo que tendrá cuando conozca a Charlie Wax, encarnado por un John Travolta que se lo pasa en grande. Wax es un agente de la CIA con métodos poco ortodoxos y de gatillo fácil. Juntos deberán llevar a cabo la misión que se les ha encomendado.
Nos encontramos ante una buddy movie muy divertida, con un desatado e histriónico John Travolta que es de lo mejor de la cinta (atención a su homenaje a "Pulp Fiction"). Jonathan Rhys Meyers, al igual que su personaje, va de menos a más en la cinta: empieza aburrido, hasta que poco a poco parece que se contagia del entusiasmo que desprende Travolta.
Su director es Pierre Morel, responsable de "Distrito 13" y "Venganza", ambas producidas por Besson. Morel demuestra una vez que más que sabe filmar de manera más que eficaz las escenas de acción, sobre todo los múltiples tiroteos y explosiones. Estamos sin duda ante uno de los directores con más futuro en el género. De momento parece que Hollywood ya ha llamado a su puerta y le han encomendado el remake de "Dune".
Además, el film hace gala es de una total irreverencia e incorrección política. Es algo de agradecer, en estos tiempos que vivimos, tan políticamente correctos (demasiado diría yo), aunque seguro que hay gente a la que no le sentará demasiado bien el hecho de que los villanos sean en su musulmanes o chinos. Los demás simplemente podemos disfrutar de una buena película de acción, repleta de tiroteos y explosiones, que es lo importante.
Lo mejor: Travolta y la puesta en escena de Pierre Morel
Lo peor: Tarda un poco en arrancar
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