domingo, 14 de noviembre de 2010

"Duelo de dragones", (casi) una obra maestra


Aviso: Esta crítica puede contener spoilers

"Duelo de dragones" (Sha po lang, 2005) cuenta con tres protagonistas de lujo Donnie Yen ("Iron Monkey"), Sammo Hung, haciendo de villano, y Simon Yam ("Election"). Esta fue la primera colaboración entre el Donnie Yen y el director  Wilson Yip  ("Dragón blanco"). La película fue todo un éxito tanto de crítica como de público, y el actor y el director han vuelto a trabajar juntos en otras cuatro ocasiones.  Aquí nos llegó directamente en dvd, como suele ser habitual en todos los films de acción made in Hong-Kong, que no tengan a Jackie Chan o Jet Li como protagonistas.

El detective Chan (Simon Yam) intenta llevar a juicio al jefe mafioso Po (Sammo Hung) pero el princiapal testigo y casi toda su familia son asesinados. Chan se hace cargo de la hija del fallecido, mientras le dan la noticia de que tiene un tumor cerebral. Tiempo después, Chan está a punto de retirarse de la policía pero antes quiere acabar de una vez con Po, por lo que él, su equipo y su sustituto, el inspector Ma (Donnie Yen), tratan de reunir pruebas que incriminen al mafioso en el asesinato de un policía encubierto.

"Duelo de dragones" no es la típica película de acción donde los buenos son muy buenos y los malos muy malos. El detective Chen y su equipo no dudan en saltarse la ley si es por un bien mayor, y las tácticas que emplean no distan mucho de la de la gente a la que persiguen, como esa escena en que uno de los policías maltrata a un discapacitado intelectual. El inspector Ma, aunque más integro, tiene que cargar con el hecho de haberle provocado una lesión cerebral a un sospechoso al que golpeó demasiado fuerte. Por contra, aunque el villano que interpreta Sammo Hung es un despiadado mafioso, intenta a la vez ser un buen marido y padre.

Es precisamente Sammo Hung quien más destaca en el reparto, interpretando a un excelente y temible villano. Es digno de mención como sigue peleando a pesar de su envergadura y de tener ya 53 años en el momento del rodaje. Por su parte Donnie Yen, también coreógrafo de las peleas, destaca sobre todo en las peleas que tiene su personaje. En cuanto a  Simon Yam, el más actor del trío protagonista y sin conocimiento de artes marciales, queda un poco relegado al final del film, aunque él ha sido el hilo conductor del relato. También hay que destacar a Jing Wu, quien interpreta a un asesino que va siempre vestido de blanco.

Aunque hay espectaculares peleas, el film no es una sucesión de una pelea tras otra, si no que hay una historia que contar, que poco a poco se va desarrollando y hace que te involucres en ella y con los personajes. Eso no quita que las peleas sean de quitar el hipo, especialmente los enfrentamientos finales entre Donnie Yen y Wing Ju, y después el propio Yen contra Sammo Hung.

Es precisamente, la resolución de este enfrentamiento lo que seguramente dejará helados a la mayoría de los espectadores, por no ser lo habitual, y que hará que muchos al llegar los títulos de crédito finales, renieguen del film. A mi en su momento me dejó bastante frío, pero cuando la he vuelto a ver, sabiendo lo que pasaba, me ha parecido todavía mejor película, pero sí se echa en falta que al menos nos aclaren el devenir del personaje de Sammo Hung y una mejor conclusión que la de Simon Yam en la playa. Si no fuese por estos defectos, estaríamos ante una obra maestra. Aún así estamos ante una de las mejores películas de acción que se han hecho en los últimos años.

Lo mejor: Sammo Hung y las espectaculares peleas
Lo peor: Su final

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