Aviso: Esta crítica puede contener spoilers
Echándole un vistazo a la carátula de "Isla de fuego" (Huo shao dao, 1990) uno puede pensar que se trata otra comedia más de acción protagonizada por Jackie Chan, pero ni es comedia ni Jackie es su protagonista, al menos absoluto.
La historia arranca con un policía, Andy Lau, (Tony Leung Ka-Fai), cuyo suegro es asesinado por un criminal que, supuestamente, había sido ejecutado en prisión con anterioridad. Por ello, el protagonista decide infiltrarse en la prisión para investigar lo que ha sucedido realmente. Una vez dentro, conocerá a otros presos como John Liu (Sammo Hung), que cada poco se fuga para ver a su hijo o Charlie (Chung Hua Tou) que será su mejor amigo en presidio y su compañero de celda. También podrá comprobar que en esta prisión a veces, los guardas son más peligrosos que los reclusos.
Hacía el minuto 20, hace su aparición Jackie Chan, que va a parar a la cárcel por matar accidentalmente a un hombre, que resulta ser hermano del jefe Lee (Andy Lau), un gangster que también ingresará en prisión para vengar la muerte de su hermano. También interviene en el film Jimmy Wang-Yu, interpretando a Lucas, el recluso con máximo poder en la prisión.
Como podemos ver el film cuenta con un número de estrellas del cine de acción made in Hong-Kong, aunque realmente comparten menos planos de los deseados. De hecho, los personajes van apareciendo y desapareciendo una y otra vez de la pantalla. Suponemos que dado el reparto coral para que todos sumen un número parecido de minutos en pantalla.
Por otra parte, la película tiene un fuerte componente dramático (demasiado, quizá) que no es muy habitual en la filmografía de Jackie Chan, salvo alguna que otra excepción como "El protector" o "New Police Story". La tragedia rodea a casi todos los personajes, bien sea por su historia personal o porque no llegan vivos a los títulos de crédito. Eso sí, hay alguna que otra escena humorística para aligerar el drama, casi siempre gracias a Sammo Hung.
Y como no, por supuesto también hay acción. Jackie no aparece mucho en pantalla pero casi siempre que lo hace es peleando, lo cual se agradece. Además, la parte final, donde por fin comparten pantalla los protagonistas, es lo mejor del film. Aunque eso sí, rompe con el esquema de film carcelario para pasar a una película de acción pura y dura donde los protagonistas tienen que matar a un traficante. Lástima que apenas son 10 minutos de película.
También hay alguna que otra laguna, pero ello se debe al montaje del film. La versión que yo he visto ha sido la americana, que tiene 30 minutos menos que el de Taiwán de dos horas. Suponemos que algunas lagunas de la película se deben a eso.
A modo de curiosidad, decir que cuenta la leyenda que el director, Chu Yin-Ping, no estaba atravesando su mejor momento financiero. Entonces su amigo Wang Yu le ayudó convocando para el film a actores que le debían algún favor al protagonista de "El luchador manco", que por lo visto estaba relacionado con las triadas.
Lo mejor: la parte final de la película. Pura acción.
Lo peor: su exceso de drama, que hace que a veces uno se olvide de estar viendo una película de acción